Estudiante fotografiada durante las manifestaciones del Mayo Francés
Suave curvatura de femineidades
la libertad era femenina
y la patria una mujer necesitada de ser liberada
Suave cascada de suspiros
sus cabellos desnudos
desnudas sus cinturas
puras
y sus vientre donde estarían los hijos
los Hombrecitos Nuevos
y la patria una mujer necesitada de ser liberada
sonriendo
sonreían sus sonrisas tiernas
y las canciones de la militancia
la militancia
los veinte años
un fusil en la canción
la canción y la flor en un poema
el rosal y el fusil en una canción desesperada
pero ningún disparo
ninguna bala cargaron sus armas
ningún fusil abrazó sus brazos
ningún cañón de sus puños derribó ninguna vida
ni una sola
de las nuestras
solo palabras tuvieron y tuvimos
y la patria una mujer necesitada de ser liberada
suave tierra
oculta tierra
roca piedra muerte
las sonrisas quebradas
la tortura
la cintura torturada
la esperanza de los hijos nuevos torturada
y la patria una mujer necesitada de ser liberada
aún espera que sus huesos, al menos eso
sean encontrados
la patria, esa mujer necesitada
aún espera por ellas
Estaba viendo un programa de televisión, 678. Criticaban al maffioso machista de Il Cavallieri. Pasaron una parte de Va pensiero Nabucco. Verdi, y ésta ópera en particular, siempre me han traído una saudade especial, me pone la piel de gallina, aunque no sea poética la expresión, y me salen lágrimas ñoñas que son lágrimas nomás.
Invariablemente, al escuchar Nabuco, recuerdo cosas de mi militancia durante los 70's. Insignificante, pero auténtica.
Auténtica, pero significante, fue la militancia de María del Carmen Marín Almazán, "Ave", todavía desaparecida. De ella nadie, guarda ni muestra siquiera una fotografía que la recuerde. Yo sólo conservo la imagen de ella en el taller de zapatería de su compañero, cuando él, a la luz de una vela, leía para nosotros, Carta para Julia... "pero tú siempre acuérdate, de lo que un día te escribí, pensando en Tí, pensando en Tí, como ahora pienso".
Pienso en la Carta, en los hijos, en los míos, en sus nombres, en la compañera con la que los engendramos, y a nuestro modo de divorciados aún los seguimos gestando, sacando lo mejor de nosotros mismos. También al escuchar Va pensiero en noches de zonda y sequedades como las de hoy, pienso en los desiertos de Altos Limpios pero también en las aguas que bajan de la montaña
para hacerlos complemento de totalidades en los oasis irrigados. No hay un lado claro de ying ni un lado oscuro de yang, malditos complementos de una única realidad que a veces es clara, y a veces oscurauando estas cosas me suceden me obligo a pensar que es invierno, que el frío es necesario para que llegue después la Primavera, y que los frutos más jugosos sólo llegan con el verano.malditos complementos de una única realidad que a veces es clara, y a veces oscura
Clara como Nahira, ese sueño de Mujer que aún vive en la palma de mis manos, pero todavía no llega a mi costado, sobre la cama, para seguir soñando, juntos.
Oscura negación de saber dónde está el cuerpo de Ave, malditos complementos de una única realidad que a veces es clara, y a veces oscura ¿Habremos hecho lo suficiente, Ave? Pienso en eso, invariablemente, cuando el tema de Verdi gira por segunda o tercera vez, pienso en la carta para Julia y nuestra militancia de esperanza en aquella patria liberada que soñamos con ella y con tantos, los más de trescientos que ya no están aquí en Mendoza e invariablemente, me vuelvo a mirar la línea de las manos, esperando, esperando que llegue la Nahira para ahogarme en sus claridades y poder seguir resucitando con ella a mi costado
Hoy me levanté con ganas de no escuchar noticias, sino cantar a los pájaros de octubre. ¿Te acordás de octubre?. Hay tantos octubres, pero yo sólo pienso en el octubre de hoy, que apenas empieza como otro día más, pero es de menos. Te explico.
Hoy estoy exhausto, extenuado, rendido, desfalleciente... Son tantos los sinónimos que expresan mi fatiga en esta mañana de octubre... las noticias, no son novedad. Casi diariamente un asalto a mano armada. Intensamente se presentan los candidatos o elegidos que mienten. Todos los días accidentes de tránsito. Cada siete jornadas una muerte violenta. Una vez al mes una violación y una mujer violada. Cada tanto un feminicidio, homicidio, suicidio. Cada vez más exhasperante la lentitud de los juicios por la verdad, como solemne y digna las viejitasque son cada día más viejas esperando con sus arrugas y mirada que se recupere la memoria, que la justicia no mire para otro lado como si nada. Y los pájaros de octubre, callados.
Por estas cosas que te digo, es que hoy me levanté con ganas de nada. Nada, es que estoy rendido ante los asaltos a mano armada, los chicos que siguen estando en la calle, el viejo muerto que se murió de frío... Hoy no puedo, hoy no quiero escuchar candidatos ni elegidos, ni saber del tránsito, las muertes, violaciones, las manos armadas, ni de los chicos en la calle, ni de viejos que se mueren de frío, ni enterarme que otro juicio se posterga. No puedo con los mentirosos candidatos o elegidos, ni el tránsito, las muertes, las violaciones, las armas y los viejos y el frío y los juicios que se demoran. No puedo. Ellos me han podido y yo hoy, no he podido evitar que el candidato o elegido me mienta, el tránsito me atropelle, la muerte se retracte, los acusados sean condenados, el chico siga en la calle, o el viejo se muera dignamente de viejo,nomás y no por el frío.
Te parecerá extraño escuchar de mí, si apenas me conocés, que hoy no quiera otra cosa que querer escuchar pájaros, un simple piar de gorriones, por ejemplo. Que quiera ver volar una mariposa y no un avión... pero no te confundás, no es que no quiera, sino que no puedo, estoy cansado, maltrecho, reventado de estar bancándome sólo el frío del viejo y su muerte, y la mentira del candidato o elegido que siempre matan, por ejemplo, la esperanza, y la lentitud de los juicios, que siempre matan de viejos a los que esperan la verdad y la justicia, y a los acusados que se mueren de viejos indignos porque ni uno solo ha dicho dónde está algunos de los que secuestraron, abuelos, padres, jóvenes y niños... casi nada.
Hoy, en este dicinueve de octubre, sólo quisiera escuchar al pájaro de tu voz cantándome en la oreja, sentir tus manos de mariposas sobre mi hombro, saborear tus labios de duraznos soplándome un beso tierno y a tu brazo de abrazos y ternuras diciéndome, no, no estás solo, yo estoy aquí a tu lado para ayudarte, que me ayudes y así tal vez, a uno sólo, con uno sólo sería necesario, nunca suficiente, evitar que un alguien nos mate la esperanza, que no haya un accidente de tránsito, otra muerte, esa violación, aquel asalto, el pibe que se paquea por la calle, la muerte vieja que mata al viejo muerto de frío solitario, y al viejo solitario que se va a morir callando dónde están los muertos que mataron. Cómo ordenar las prioridades, carajo, qué poner primero ante tántas muertes, y yo pidiendo el canto de un pájaro, un beso de tu boca de duraznos... Hoy yo también soy noticia, pero junto con vos, te juro, aunque hace rato que no jure ni me santigüe frente a las catedrales... es que hace tánto tiempo que me olvidé que el Dios mío ya no es mío ni nuestro, porque algunos putos curas también son violadores o pederastas, o consoladores de genocidas y la Iglesia que me bautizó no lo hable ni condene ni se levanten las sotanas de los obispos, para cagarlos a patadas. Yo, te juro, alguna vez me dí de golpes contra el pecho por mis pecados, hasta que me golpearon la cara, y las dos caras de la mejilla, y la tuya, la de María, la de Pedro y aquél que bajo la capucha no fue consolado, de aquella que bajo la capucha fue violada, de aquella que encerrada le secuestraron el hijo y aún no se lo devuelven ni a la madre muerta ni a la abuela viva. Por estas cosas que digo es que te pido, a vos que recién me conocés, en este día de octubre, es que pido un canto de pájaros, un beso de tu boca de duraznos, un brazo de tu brazo de compañera que me abrace, que me permita sostenerme, que me permita sostenerte, que nos permita sostenernos. Eso es lo que pido, apenas una, una sola de tus manos y así, seguro que entre los dos ya seremos más y seguro, seguro, seguro, entre los dos escucharemos cantar a los pájaros..
Me gusta esa casa con sus anaqueles y maderas los estantes llenos de libros, los libros y las plantas. Me gusta esa casa pero más quien la habita con sus ojos y horizontes, aunque sea larga su distancia de saudades en lo profundo de sus ojos y mirada.
Porque son largos sus dedos de ternuras, intensas las líneas de sus manos me callo ante cada uno de sus silencios pero revivo en cada palabra que ella pronuncia, escribe o deletrea con paciencia de artesano.
Cuando ella está en silencio, me contengo ante sus manos que abarcan imposibles dejo sueltos sus dedos finos que trazan arabescos orientales pero me abandono ante su boca que deletrea siluetas de ternuras.
Hoy, de repente, mientras pensaba en ella, corre el viento. Cálido, impertinente, asfixiante, ese viento que sopla prepotente azotando los árboles o perturba voluntades en alturas insondables.
Hoy, ella rompe el silencio, casualmente sin casualidad , quizás sabiendo, quizás porque ella es poeta sin saberlo desata el piolín de mi alegría y me lleva con él de la mano como un volantín infantil, a volar las tardecitas de octubre.
Entonces ya no pesa este calor de verano esta sequedad de desierto con que el zonda nos abandona de humedad y voluntades y hace que las náyades busquen su refugio en lo profundo de las aguas de lagunas de la antigua huan aca che
Entonces recuerdo, yo la conocí antes que su manos olvidaran llankanelo recuerdo estar cerca de su casa ser abrazado por su boca y sus palabras sus manos y ternuras, y la memoria me trae los festejos de las náyades su alegría de octubre y humedales.
Maestro por equivocación, jubilado de la docencia pero no de los aprendizajes, escribidor de textos y poesías, escapador cuando puedo de las alienaciones del System, prisionero de los afectos, esclavo de la honestidad, temeroso usuario de la palabra, contestatario cuando puedo y a veces quiero, especialmente vinófilo de los Rojos de Perdriel, salvo cuando "el agua brota pura y cristalina de la madre tierra", vividor consuetudinario y con suertes extraordinarias. Creo que todavía estoy vivo.En la primavera del 2.010 se me murió la poesía junto con unos cuantos pedacitos de corazón. Pero he vuelto, "cantando al sol como las cigarras", a sobrevivirme.